No ha habido incremento significativo de casos de autismo

Campaña de concienciación sobre el autismo

Campaña de concienciación sobre el autismo

En años recientes se ha desatado una campaña de concienciación en cuanto al tema del autismo. Esta noción de “autismo” ha evolucionado por décadas y hoy es conocido por el nombre de “trastorno del espectro autista” (TEA en castellano o ASD por sus siglas en inglés). Hoy día podemos entender que no hay un solo tipo de manifestación de “autismo”, sino que hay distintas formas de mostrarse en los niños. Según el portal “Espectro Autista“, podemos citar a la siquiatra Lorna Wing cuando nos dice que el TEA…

…abarca desde las personas más profundamente retrasadas, tanto física como mentalmente… hasta las personas más capaces, realmente inteligentes pero con grandes dificultades sociales como su única y sutil discapacidad. Se superpone con las dificultades de aprendizaje y se difumina en la excéntrica normalidad.

¿Qué es el TEA exactamente? Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus iniciales en inglés), le caracteriza de la siguiente manera:

El ASD es un trastorno neurológico y del desarrollo complejo que se manifiesta en la infancia y afecta cómo una persona actúa e interactúa con otras, se comunica y aprende. El ASD afecta la estructura y el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Dado que afecta el desarrollo, el ASD se considera un trastorno del desarrollo. El ASD puede estar presente durante toda la vida de una persona.

Las personas con este trastorno tienen:

  • problemas para comunicarse e interactuar con otras personas;
  • intereses restringidos y conductas repetitivas.

Diferentes personas con autismo pueden tener síntomas diferentes. Por este motivo, el autismo se conoce como un trastorno espectral, es decir, que hay una gama de características similares en personas diferentes con el trastorno. En este sitio web se utilizan “ASD” y “autismo” con el mismo significado.

El autismo constituye uno de los más grandes temores de los países industrializados del siglo XXI, junto al cáncer, la obesidad, la diabetes, la alergia al gluten, la celiaquía, la envenenamiento por químicos, entre otros. El miedo al TEA no es uno que sea necesariamente irracional. Uno no quiere que su hijo o hija, hermano o hermana, amigo o amiga viva en una dificultad para convivir socialmente, desenvolverse y poder laborar normalmente.

No obstante ello, existen los recursos científicos para ayudar a aquellos padres que deseen lidiar con este problema singular. Sin embargo, los medios de comunicación y la sociedad en general han sido las cómplices (sabiéndolo o no) de la explotación de estos miedos y, muy especialmente, de estos niños autistas. En Francia, algunos sicoanalistas los utilizan para confirmar las versiones más descabelladas propuestas en ese campo, a expensas de lo que se ha descubierto en torno al tema a nivel clínico y experimental.

En otros casos, podemos encontrar la iglesia Genesis II, promotora del MMS (creada por un exseguidor de la Iglesia de la Cienciología, Jim Humble), que le vende a los padres la idea de curar a los niños autistas mediante un enema de cloro. La más grande propulsora de este tipo de actividad es Kerri Rivera, quien ahora anda fugitiva en México debido a unas causas para arresto  por diseminar dicho mensaje altamente perjudicial para los niños autistas. Muchos ya han sido víctimas, con consecuencias en ocasiones letales.

Por cierto, no podemos olvidar que el movimiento March Against Monsanto en Estados Unidos solía promover este tipo de remedios para los niños autistas como alternativa a “Big Pharma” y (¡obviamente!) “Monsanto” (¡acuérdense que Monsanto tiene que estar metido en todo, aunque realmente no lo esté!). Agradecemos que eventualmente se diera cuenta del error irresponsablemente cometido para terminar su promoción. Sin embargo, gracias a su apoyo temporero mediante su diseminación por las redes sociales, ahora la iglesia del MMS está explotando a los pobres de Uganda, de donde proceden falsos reportes de alegadas curaciones.

March Against Monsanto y la Iglesia MMS

March Against Monsanto promocionando en Facebook a Kerri Rivera y los enemas de cloro para los niños autistas.

En este blog también hemos denunciado la utilización de los niños autistas y de los temores sociales al autismo para fomentar causas anticientíficas y que desembocarán en mayores males. Este ha sido el caso de personas como Stephanie Seneff, quien se especializa en publicar artículos de dudosa validez científica, prácticamente todos ellos fundamentados en recopilaciones de datos —lo que se conoce en inglés como p-hacking—  con el propósito de establecer correlaciones donde muy probablemente no hay relaciones causales. Personas como Seneff y sus colegas, se dedican a emitir comunicados de prensa que tienen la intención de impresionar al público para que piense que estos datos implican una fuerte correlación entre ciertos químicos y diversas enfermedades, aunque ellos no hayan hecho los experimentos requeridos para poner a prueba la posible causación. Usando la metodología de Seneff, podemos establecer el altísimo nivel de correlación entre la cantidad de personas que han muerto al caerse de sus camas en Estados Unidos y la cantidad de abogados en Puerto Rico. Evidentemente, se quiere dar la impresión de un nexo causal, pero la correlación es pura coincidencia estadística.

Correlación espúrea

Gráfica por Tyler Vigen (http://www.tylervigen.com/spurious-correlations), CC-BY 4.0

De la misma manera, se podría argumentar que la cantidad de glifosato que se aplica al maíz y la soya transgénicos se puede correlacionar (casi perfectamente) con el aumento de TEA en la población estadounidense, tal y como sugieren Stephanie Seneff y sus colegas al implicarlo con la siguiente gráfica:

Glifosato & autismo

Correlación entre el aumento del uso de glifosato y las incidencias de autismo. Fuente: Swanson et al., 2014, p. 27.

Sin embargo, como discutimos en otra entrada de nuestro blog, este tipo de correlación puede ser engañoso si no se hacen las debidas cualificaciones. No obstante ello, se sigue alegando de que el aumento del TEA a nivel mundial puede darse parcialmente por el aumento del uso del glifosato como herbicida en cultivos de transgénicos. Seneff, abusando el prestigio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), nos predice que para el año 2025, la mitad de los niños estadounidenses será autista por ello.

Igualmente ocurre en días recientes, en parte gracias a la elección del empresario Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, un negacionista de la seguridad de las vacunas. Con él, se abre de nuevo la discusión del tema seudoproblemático de la vinculación entre las vacunas MMR y el TEA. Podemos señalar a los protagonistas actuales de la esfera pública en este seudodebate en Estados Unidos, a saber: Robert Kennedy, Jr., Robert De Niro y la misma Seneff. Trump parece haberle sugerido a Kennedy que forme parte de una comisión para estudiar “el caso”.

Robert Kennedy, Jr., Robert De Niro y Stephanie Seneff

Robert Kennedy, Jr. (foto cortesía de R. Kennedy, Jr.), Robert De Niro (foto cortesía de Georges Biard) y Stephanie Seneff (foto cortesía de Inner Eye).

Seneff ha añadido el elemento de la vacunación como contribuyente al llamado “aumento” del TEA. Robert Kennedy, Jr. y Robert De Niro han suscrito el trabajo descreditado y desprestigiado de Andrew Wakefield  que pretendía argumentar que el timerosal enlaza a la vacuna MMR con el TEA (Wakefield, et al, 1998).  En el caso particular de De Niro, promovió el documental conspiracionista Vaxxed: From Cover-Up to Catastrophe para que se presentara en el Sundance Film Festival.

Tan reciente como ayer, Kennedy y De Niro publicaron un comunicado de prensa en el que ofrecen una cierta cantidad de dinero ($ 100,000) para la persona que demuestre que las vacunas son seguras. A los dos se les olvida que nadie puede probar con absoluta certeza de que alguna medida de política pública sea 100% segura. Lo que sí puede hacerse es un análisis de riesgos para tomar aquellas medidas que sean las más seguras para el público en aras de evitar un riesgo mayor. El riesgo de enfermedad por la vacunas MMR es ínfimo, casi inexistente, en relación con el genuino peligro letal que representan enfermedades como la gripe o la polio. De hecho, este es un seudoproblema en otro sentido muy importante: a pesar de que no hay evidencia alguna de que las vacunas con timerosal causen autismo, dicha sustancia ha estado ausente de las vacunas MMR desde hace algunas décadas (desde 1992 en Dinamarca, desde el 2001 en Estados Unidossin impacto alguno sobre el aumento de incidencias de TEA.

Si este es el caso, entonces la pregunta es, ¿qué causa el TEA?

Posibles causas del TEA

Por lo pronto, nadie sabe con absoluta certeza todos los elementos del complejo de causas del TEA. Sin embargo, ya se ha podido demostrar que una gran parte de la causa parece ser genética. Una de las primeras señales de ello se pudieron observar en estudios de casos de gemelos separados al momento de nacer. Cuando uno de los gemelos era autista, aumentaba significativamente la probabilidad de que el otro también lo fuera (véase también este estudio). Hoy día, la evidencia científica parece indicar fuertemente que son múltiples genes los responsables del fenómeno del TEA (e.g. este estudio y este).

Pueden haber diversos factores prenatales y ambientales que posibilitan el autismo que van de la diabetes materna, la edad de los padres, la exposición a ciertos químicos, entre otros. No se ha podido demostrar la vinculación entre la vacunación y el incremento gradual del TEA a través de los años. Una de las más recientes revisiones científicas que se hizo de la literatura al respecto, que da cuenta del análisis de 1.26 millones de casos de niños investigados, concluye que no hay tal nexo.

Sin embargo, a pesar de todos estos factores cabe preguntarse, a qué se debe entonces el aumento del TEA que se ha estado reportando durante las últimas décadas. Varios estudios comparativos y revisiones científicas parecen indicar que la razón de ello se debe a lo que este servidor llama un “espejismo estadístico”. Parece ser que el aumento dramático se debe a una mera reclasificación de otras enfermedades mentales al TEA (véase también este artículo y este). En tal caso, el aumento de la tasa de incidencia de TEA puede ser ínfimo o inexistente.

Girirajan_graph_7-2015

Imagen cortesía de la Penn State University.

Se hizo un estudio ejemplar en Dinamarca y encontró que el aumento de más del 60% de las incidencias del TEA reportados se debe a dicha reclasificación.

Finalmente, hace 3 años atrás, salió a la luz un estudio que hace un análisis comparativo en torno a la pregunta de si realmente ha habido un aumento significativo de la tasa de incidencias del TEA una vez aclarado el factor de la reclasificación. Su resultado indica que no es así. Al contrario, dicha tasa ha permanecido estable durante los últimos 20 años (7.5 por cada 1000 personas desde el 1990 hasta el 2010). Steve Novella explica más al respecto.

Conclusión

Contrario a lo que se ha propagandizado por muchos partidarios antivacunas, antitransgénicos, antiglifosato, anti … de todo, no ha habido aumento alguno de la tasa de población autista en el mundo. El aparente crecimiento de incidencias del TEA es solo eso, un espejismo, el número de personas que caen bajo el espectro autista ha permanecido estable, el resto es más bien producto de un proceso de reclasificación de otras enfermedades mentales a TEA. Todo lo demás no es otra cosa que pura histeria fomentada por personas mal informadas o por sociópatas que se lucran de explotar a los autistas, especialmente a los niños.

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Referencias

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