Por qué Deepak Chopra no me inspira como naturalista religioso

Deepak Chopra

Fotografía de Deepak Chopra (2013). Foto cortesía de Lifescript (CC-BY 2.0).

De una u otra forma, algunas personas, al enterarse de mis inclinaciones religiosas, filosóficas o escépticas, me  traen el tema: ¿Qué pienso en general de Deepak Chopra? Muchos quieren preguntarme debido a mi dedicación a las ciencias y al escepticismo. Otros me preguntan desde la perspectiva filosófica que sostengo. Sin embargo, una muy buena parte de la gente se entera que soy naturalista religioso y me recomiendan las obras de Chopra.

Los que ya conozcan mi cosmovisión o no les interese leer al respecto, pueden saltar la primera sección de este artículo. Lo incluyo para que entiendan mejor mis planteamientos, especialmente los religiosos. Sin embargo, el resto se centrará en el tema de quién es Chopra, su rol dentro de la llamada “medicina alternativa” y por qué no confío en su juicio.

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Breve exposición de mi cosmovisión

Como naturalista y filósofo, soy fisicalista no reduccionista en cuanto al ámbito físico: es decir, que la Realidad Última de las cosas, como un todo, es el sustrato físico del universo (materia y energía) y de lo que de este emerge (pensamiento, sociedad, informática, etc.); sin embargo, los problemas de una esfera emergente no son necesariamente reducibles a la de sus componentes subyacentes. Como filósofo también soy platonista o realista en cuanto a las verdades de razón (lógica, matemática, significados, valores, etc.)

Fuera de estos, no hay más nada. En cuanto al universo, a la Realidad Última de lo que existe, como religioso quiero mantener una devoción significativa con ella como lugar de donde emerjo, vivo, me muevo, existo y donde regreso para su futuro curso creativo. ¡De Gaia emergí y a Gaia regresaré! ¡De la muerte de las estrellas surgí y a la creatividad cósmica regresaré! Aunque siempre imperfecto y con notables defectos personales, en la medida de lo posible, intentaré ser un motivo para que otros encuentren significado en sus vidas en relación con el universo. No tengo buenas razones para pensar que haya algún ámbito sobrenatural en el que exista un ente todopoderoso o unos entes espirituales existentes aparte del mundo físico.

Sin embargo, ser devoto a la Realidad significa en parte dos cosas:  prestarle la atención debida a las ciencias y disciplinar la mente al escepticismo saludable. Ambos invitan a mirar toda idea (incluyendo la que uno sostiene) examinarla y ponerla a prueba; adoptar aquellas ideas que sobrevivan este proceso y descartar las que no. Con base en ellas, entonces, se puede opinar sensatamente, con bases mucho más firmes.

Fundamentados con estos hallazgos, hemos podido reconstruir la Gran Historia del universo y se han dado grandes adelantos tecnológicos, alimentarios, médicos y de otra índole. Gracias a ello, ha habido enorme progreso social y se ha reducido sustancialmente la pobreza en el mundo. Mientras que otras religiones hablan de un paraíso perdido, un futuro espantoso antes de la llegada del Reino de los Cielos, la Gran Historia nos revela que partimos de un pasado violento y que se ha ido reduciendo en promedio hasta alcanzar cada vez más los ideales de un mundo global en paz, el ideal Reino de Dios prometido por los apocalipticistas del pasado y el presente, pero que nunca consiguen.

Aunque esto no indica que esa mejora social va a permanecer así para siempre, se reconoce la necesidad de respaldar valores éticos tales como los que uno puede encontrar en el humanismo y, en el mundo religioso, en el unitarismo universalista. Promover estos valores en la secularidad y en la religión, sin lugar a dudas aporta a crear un mundo mejor.

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Visión filosófica, científica y religiosa sobre Deepak Chopra

Quién es Chopra y su rol en la “medicina alternativa”

Al lector que haya seguido mi blog, no le sorprenderá que todo lo expuesto aquí es inherentemente incompatible con la cosmovisión de Chopra. Sencillamente, las dos visiones chocan de frente. A pesar de que parece que su perspectiva está fundamentada en las ciencias, en particular la física cuántica, ese no es el caso.

Según este portal cibernético que anuncia un curso de Chopra, nos lo describe en los siguientes términos:

Deepak Chopra es el autor de más de cincuenta libros traducidos a más de treinta y cinco idiomas, incluidos numerosos bestsellers del New York Times en las categorías de ficción y no ficción. El Dr. Chopra es miembro del Colegio Norteamericano de Medicos y de la Asociación Norteamericana de Endocrinólogos Clínicos, es Profesor Adjunto de Administración en Kellogg School e investigador principal de la organización Gallup. La revista Time proclama a Deepak Chopra como uno de los 100 mejores heroes e íconos del siglo y lo califica de “poeta-profeta de la medicina alternativa.”

Deepak Chopra

Deepak Chopra (2006). Imagen cortesía de Yahoo! (CC-BY-SA 2.0).

Sí, es cierto, él ostenta el título de médico (M.D.) y pertenece a estas organizaciones. Se graduó de la Escuela de St. Columbia en Nueva Delhi y del All India Institute of Medical Sciences, en Nueva Delhi en 1969. Además, enseñó medicina la Universidad e Tufts, la Universidad de Boston y la Universidad de Harvard, además de haber sido parte del gabinete del New England Memoria Hospital (NEMH) en Stoneham y estableció una oficina de práctica de endocrinología en Boston.

Sin embargo, fue en 1981 que él se familiarizó con la medicina ayurveda, considerada en Occidente como “medicina alternativa”, con la que inició su práctica de la meditación trascendental. para abandonar su vicio de fumar y  reducir su adicción al café. Hoy día acostumbra meditar dos horas al día y su efectividad para él fue tan contundente, que entendió que debía abandonar el mundo de la medicina convencional, por sentirse como un “drug pusher“. A partir de allí, ha sido promotor de lo que ha llamado “sanación cuántica”, inspirada en los hallazgos de la física cuántica.

Hablar de “medicina alternativa” es de entrada cuestionable desde un punto de vista escéptico. O es medicina o no lo es, no hay “alternativa”. Como ya hemos indicado en otro lugar, la medicina ha evolucionado gracias a la incorporación de la dinámica científica. La medicina convencional ha sido, en ese sentido, mucho más efectiva que en antaño y ha sido uno de los factores significativos del aumento de la longevidad de vida y el decenso dramático de la mortandad infantil a nivel mundial.

Eso no significa que la medicina convencional sea perfecta. A veces intervienen errores de diagnóstico o de la solución médica propuesta, a veces por puro error humano o por otras fuerzas sociales: convicciones religiosas, criterio costoefectivo indebido del interés de lucro de los hospitales privados o de las aseguradoras, sobremedicación por incentivos de las farmacéuticas, el lucro personal, entre otros. De muchos de estos, tenemos que dedicarle unas entradas al respecto. Por ahora, lo que debemos señalar es que con todos los logros de la medicina convencional, siempre debemos tener una dosis de escepticismo a ciertas medidas que pueden responder a intereses del complejo industrial médico.

Eso no quiere decir que abandonemos un negocio para abonar a otro negocio con fin de lucro. No significa que la respuesta adecuada a esto es la llamada “medicina alternativa”, que en general, en estudios que se han hecho de sus distintas propuestas, sucede que no hace mejor que el efecto placebo.  De hecho, en el mundo de las terapias alternativas, hay dos tendencias: la de hacer el tratamiento alternativo mientras se continúa con el convencional, y la de renunciar a lo convencional para abrazar lo alternativo.

En el primer caso, la postura es relativamente inofensiva, pero no completamente. Por ejemplo, tómese el caso de prescripción “alternativa” de consumo de antioxidantes y de vitaminas para el tratamiento del cáncer mientras que se toman los remedios convencionales. El razonamiento es que los llamados “radicales libres” tienen el efecto de producir el cáncer y los antioxidantes los previenen; por tanto, alivian el problema. Sin embargo, no hay evidencia alguna de que ingerir suplementos con antioxidantes ayuden a prevenir o remediar el cáncer. Es más, hay estudios que señalan que ingerirlos agrava el problema, porque el sistema inmune necesita ciertos antioxidantes para lidiar con ciertas formas de cáncer. O sea, que si alguien está bajo tratamiento convencional para lidiar con su cáncer, podría neutralizar la efectividad de su terapia si consume antioxidantes en forma de suplementos.  No solo eso, sino que los consumidores de suplementos de antioxidantes tienen una probabilidad más alta de mortandad. Consumidores frecuentes de suplementos de vitaminas, especialmente en exceso a las dosis obtenidas por nutrición, tienen mayor probabilidad de desarrollar cáncer que los no consumidores.

Si esto es así, entre los remedios que interfieren en la efectividad de tratamientos convencionales y los que renuncian a las terapias convencionales, no debe ser sorpresa que se ha encontrado en ensayos controlados por caso que la tasa de mortandad entre los que practican la medicina alternativa suele ser más alta entre pacientes de cáncer.

Como hemos presentado en otra entrada, la meditación trascendental, el “mindfulness” y actividades afines han mostrado ser muy limitadas en su efectividad para cambiar la mentalidad o la conducta de los practicantes. Tampoco han mostrado ser más efectivas en cuanto a la mejora de salud, que es precisamente el alegato de la sanación cuántica que promueve Chopra. Desgraciadamente, los estudios que fundamentan su posición son extremadamente pobres, véase este artículo de David Gorski en torno a varios de ellos, que incluye uno auspiciado por Chopra, publicado en una revista a veces considerada predadora o, en el mejor de los casos, de muy malo arbitraje por pares.

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La efectividad de la sanación cuántica

Imagen de Misra Rajesh

Imagen creado por Misra Rajesh.

Como filósofo (especialmente analítico), no hay una definición concisa ni precisa de lo que es la sanación cuántica promovida por Chopra. Esto se debe a que el término “cuántico” se utiliza de manera equívoca. A veces se usa como una analogía con la física cuántica, en otras ocasiones, para apelar a la física cuántica per se como explicación de la conciencia y varios fenómenos físicos. Una cosa es una analogía con una rama de la ciencia y otra incorporarla en esa rama. No se sabe cuándo se utiliza el término “cuántico” metafóricamente o no. Todo luce como un puro juego lingüístico vago y abstracto en el que no subyace nada sustancial. Lo mismo puede decirse de sus usos de los términos “discontinuidad”, “conciencia”, “estado de conciencia”, “ciencia”, “subjetividad”, “sanación”, “metabolismo”, “creatividad”, entre otros; se convierten en palabras vacuas que suenan bien, pero no tienen contenido alguno.

Véase este intercambio con Richard Dawkins.

En este caso, se puede ver con mucha claridad los recursos retóricos para intentar validar su perspectiva y su racionalización del abandono de los métodos para garantizar la mejor calidad de los estudios y experimentos científicos. Entre sus recursos retóricos es el de cambio abrupto (e intencional) del tema, hiperbolizar los problemas de la medicina convencional y crear un muñeco de trapo de las ciencias naturales en general. Aparentemente, su práctica de la meditación trascendental no le ha ayudado a desarrollar mejores destrezas de pensamiento lógico.

La pregunta que debemos hacernos es si su sanación cuántica ha dado resultado. En este caso, voy utilizar como referente un caso particular: el de Chopra. Uno de los libros que he visto desde hace tiempo, se titula Ageless Body, Timeless Mind. The Quantum Alternative to Growing Old (Cuerpo sin edad, mente sin tiempo. La alternativa cuántica a envejecer), publicado en 1993. Ahí propone que metabolizamos el tiempo como metabolizamos los alimentos, vivir en el momento presente reduce considerablemente el metabolismo del tiempo (se mueve más despacio el “reloj biológico” de la persona). De esa manera, se conserva lo mejor posible, la juventud. Publishers Weekly describe el libro en los siguientes términos.

The message of his new book? “We are not victims of aging, sickness, and death. These are part of the scenery, not of the seer, who is immune to any form of change. This seer is the spirit, the expression of eternal being.” The basis for his belief, Chopra argues, is quantum physics and the work of such scientists as Heisenberg, Bohr and Einstein, with whose help Chopra proposes to tell us how to stave off the inevitable changes brought on by mortality and the passing of years. He advises us on how to “defeat entropy,” to “believe” enough to offer palpable resistance to processes of physical alteration, and to “reinterpret your body” such that renewal will come of it. He himself believes in “a land where no one is old,” and where “we create our bodies as we create the experience of our world.” He is also a proponent of “the science of longevity,” and cites research by doctors (sometimes nameless) to back himself up when expounding upon it. But alert readers will finish the book with unsettling questions, the result of a book that is rife with inspirational conviction but at times thin on substance. 150,000 first printing; major ad/promo; author tour; BOMC and QPB selection.

¿Derrortar la entropía? ¿Inmunes a cualquier cambio?  En el caso de Chopra, debemos preguntarnos:  ¿Ha derrotado él la entropía y se ha hecho inmune a cualquier cambio? Veamos.

Libros de Deepak Chopra

Las portadas de distintas ediciones de sus dos libros: Ageless Body, Timeless Mind y Grow Younger, Live Longer.

No sé ustedes, pero al ver cómo ha evolucionado él en estas portadas, me parece que su propuesta no ha funcionado muy bien.

En cuanto a su apreciación de la mecánica cuántica, los físicos en general no se suscriben a su intepretación de los hallazgos científicos. Ejemplo de ello, fue lo que le dijo un físico teorético, Leonard Mlodinow a Chopra cuando estaba en un panel donde debatió con Sam Harris y Michael Shermer.

¿Dónde está el problema de este uso de la física cuántica?  El portal que enlacé al principio de la discusión sobre Chopra nos hace un excelente resumen:

En este curso que transforma la vida, Deepak Chopra revela “el milagro olvidado” -la capacidad infinita del cuerpo para cambiar y renovarse. “Usted no puede aprovechar este milagro”, dice Chopra, “a no ser que este dispuesto a reinventar su cuerpo completamente, transformándolo de un objeto material a un proceso dinámico y fluido. El cuerpo físico es una ficción. Cada celula está compuesta por dos ingredientes invisibles: la conciencia y la energía. … Chopra nos muestra cómo comprometernos con una conciencia más profunda, concentrarnos en las relaciones en vez del consumo, abrazar cada día como si fuera un mundo nuevo y trascender los obstáculos que afligen a nuestro cuerpo y mente.

En primer lugar, la supuesta vinculación entre la física cuántica y la consciencia, como la entiende el “misticismo cuántico” (del que hablaremos eventualmente en otro artículo) pone en relevancia la intervención del observador en los procesos cuánticos. Aquí entra a colación la noción de superposición: un cuanto puede estar en varios posibles estados cuánticos simultáneamente. Este usualmente colapsa en uno de esos estados en el momento en que “un observador” lo mide de alguna manera. A esto se le llama el colapso de la función de onda. Ningún físico actual entiende por qué esto ocurre, sino que aceptan que sucede. La participación del “observador” en el proceso, ha llevado a mucha gente a pensar que si el universo existe es porque es un colapso particular de una superposición de “infinitas posibilidades”, debido a alguna consciencia que la está “observando”.

Solo que hay un problema con este modelo. El “observador” no necesariamente tiene que ser consciente. Hoy día se sabe que con computadoras, que no tienen consciencia, se puede medir la actividad cuántica y, aun así, ocurre el colapso de la función de onda. La definición que provee Chopra (en su discusión con Mlodinow) de que la consciencia es una superposición de infinitas posibilidades, no tiene sentido alguno ni en la física ni en la sicología.

Tampoco Chopra entiende lo que es materia. Básicamente, presenta la materia como ilusoria. Recordemos, las ecuación de Einstein:

E=mc²

Si esta ecuación es correcta, entonces la materia y la energía son ambas reales. El hecho de que la luna sea materia no niega su energía contenida y dinámica en ella (aunque no sea una “sopa cuántica”, como lo entiende él de manera muy vaga). Además, la energía es transformable en materia, que sería (metafóricamente hablando) energía “condensada”. Renunciar a la materia para abrazar la energía no tiene sentido en física. Además, abrazar lo energético a expensas de lo “físico” tampoco tiene sentido, ya que toda energía es física. Si no entiende algo tan básico como esto, ¿por qué será una gran autoridad para llevarnos a entender nuestro cuerpo?

El “convertir” a un cuerpo en algo dinámico y creativo no tiene sentido ni físico ni biológico. Como hemos argumentado en nuestro artículo sobre la Gran Historia, nuestro cuerpo es un proceso material y energético constante, siempre lo ha sido y siempre lo será. Las enfermedades también son un proceso material y energético, como lo es la muerte. Todos estos procesos destructivos también son creativos … son parte de la vida. La entropía es parte de la vida y de todos esos procesos.  Sin la entropía, no habría muerte, enfermedad, ni envejecimiento, pero tampoco vida, salud y crecimiento. Ninguna meditación trascendental cambiará eso. La aserción de que las células del cuerpo “están compuestas de conciencia y energía”, es parte de una verborrea que ni tan siquiera él sabe qué significa. Si el cuerpo físico es ilusorio, también lo es la energía en él contenida.

Sí estamos de acuerdo con Chopra en que no debemos sucumbir a tener una vida de puro consumo desenfrenado. Sin embargo, debemos afanarnos en no brindarle al público alternativas que no sean correctas o, peor, que puedan ser peligrosas para alguna gente en unos momentos dados. Esa no es una alternativa válida.

Si ustedes pueden ver con sus ojos, que Chopra … por lo viejo que se ha vuelto … no ha podido derrotar la entropía, ¿qué les hace pensar que en cualquiera de sus talleres usted lo va a conseguir?

¡Piensen!

Imagen en dominio público creada por Christopher S. Baird.


Gotitas del saber

Gotas del saber

¿Cómo sé que la palabra “energía” se utiliza apropiadamente?

Respuesta:

Cuando la física habla de “energía“, la define como la capacidad de hacer trabajo. El trabajo se define, a su vez, como el producto de la fuerza y el desplazamiento.

W= × d

W-trabajo, F-fuerza, d-desplazamiento

Si con mis músculos, aplico fuerza a un libro y lo muevo a una distancia y en una dirección en particular (desplazamiento), efectué trabajo y estoy utilizando energía muscular para eso. Si un imán atrae a otro, el primero efectuó trabajo porque con su fuerza magnética desplazó al segundo hacia sí, esto fue posible por la energía electromagnética. Si Hulk quiere desplazar una pared, tiene que aplicar energía (capacidad de trabajo) hasta que finalmente lo logra (el trabajo como tal). Si yo aplico fuerza a la pared, pero no la desplazo, no hubo trabajo, pero sí invertí energía (mi capacidad). Igual, la fuerza mecánica de un automóvil hace que este se desplace, gracias a la energía termal liberada por la combustión de la gasolina.

Cuando les hablen a ustedes de la “energía” en cualquier contexto, sustitúyanlo con “capacidad de hacer trabajo”. ¿Tiene sentido su uso o no?  Además, pregúntense, ¿a cuál energía cósmica se refiere: gravitacional, magnética, química, nuclear, mecánica, termal, eléctrica, etc.? Si lo que se dice es incompatible con la capacidad de hacer trabajo y no especifica a qué tipo de energía se refiere, es altamente probable que lo que se esté diciendo sea algo totalmente ajeno a las ciencias, pero que no entiende o abusa (dependiendo del caso) de la terminología científica.

 

Para su entretenimiento

Chopra Inked Bar

El abuso del lenguaje de Chopra es tan notable, que se ha creado un portal específicamente para que, a partir de lo que dice Chopra en Twitter, se autogeneren frases que son virtualmente indistinguibles de lo que diría él en la realidad:

“The secret of the universe belongs to a jumble of opportunities.”

“Intuition unfolds into subjective genes”

“The key to joy opens precious positivity”

“Imagination depends on quantum external reality”

… etcétera.  Para acceder a él, denle a este enlace.

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Muchas gracias.

2 thoughts on “Por qué Deepak Chopra no me inspira como naturalista religioso

  1. en el libro cuerpo sin edad, en ningún momento el dice que tiene la formula para no envejecer….. todo el libro analiza como llegar a una vejez con juventud, sin ser seniles y sin enfermedades causadas por el estres, la mala alimentación y el sedentarismo….. y el libro para nada es místico, hace referencia a un montón de experimentos clínicos en animales y en seres humanos reales.

    me queda la impresión de que no leíste el libro para nada.

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    • Pues gracias por la corrección, Sin embargo, por lo que he leído en reseñas, podría hablar de experimentos, pero lo mezcla con sinsentidos cuánticos, algo que me desanima mucho de leer más de él. Y sí, he leído algunos de sus libros (no ese de “Ageless Body”), pero siempre es lo mismo. No sabe de lo que habla.

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