Nina Paley publica película animada Seder-Masochism

La Diosa Madre vs. el Dios Abrahámico, imagen cortesía de Nina Paley.
Afiche de la película Seder-Masochism, imagen cortesía de Nina Paley.

Nina Paley y Sita Sings the Blues

Antiayer, el 24 de enero de 2019, la autora de cómics y activista por la cultura libre, Nina Paley, publicó en el ciberespacio un filme animado llamado Seder-Masochism (Masoquismo Séder). Disponible en la Internet gracias a Archive.org, la película es toda una sátira que cuestiona, de principio a fin, las religiones abrahámicas. Esta publicación se hizo antes de lo planificado, ya que, al principio, se había anunciado que estaría en línea el último día de enero.

Nina Paley, imagen cortesía de Kippelboy, en Wikimedia Commons.
Nina Paley, imagen cortesía de Kippelboy, en Wikimedia Commons.

Como partidario de la cultura libre y del conocimiento abierto, conozco a Paley desde hace algún tiempo. Ella aboga por que toda obra sea reproducible, que hacerlo no conlleva un odio a su valor cultural, sino una expresión de amor hacia esta. Esto lo expresa en su vídeo animado (de Mimi y Eunice) en torno al tema.

Canción, “Copying Isn’t Theft”, cortesía de Nina Paley (CC-BY-SA 3.0).

Su perspectiva es tan radical, que ha chocado con la opinión de otra gran figura de la cultura libre, al menos en el área de software, Richard M. Stallman. Esta eminente figura, creador del término “software libre” (free software) y del Proyecto GNU, sostiene unos puntos de vista moderados de los derechos de autor, pero, usualmente, se le ve como demasiado radical. Paley lo es mucho más, al sugerir que toda obra cultural debería ser reproducible y, esencialmente, en el dominio público. Esto llevó a ambos a un conocido debate que, para sorpresa de muchos de nosotros, no fue filmado y no se tomó audio de la ocasión para colocarlo en la red.

No es la primera vez que Paley publica una película libre donde planteaba algunos asuntos religiosos. La primera se titulaba Sita Sings the Blues, en la que combinaba el Ramayana, su vida personal y los blues de Annette Hanshaw. Aunque, inicialmente, hizo disponible el vídeo bajo una licencia de Creative Commons, al final, decidió dedicarla al dominio público. Por su uso de las canciones de Hanshaw bajo derechos de autor, ella tuvo que pagar una suma aproximada de US$ 70,000.

Sita Sings the Blues por Nina Paley

Su filme levantó voces de protesta en la comunidad india y se la caracterizaron como ofensiva. Se le preguntó a Paley, cómo se sentiría ella si alguien hiciera una película burlándose de su herencia religiosa. De allí, surgió la idea de la película recientemente publicada en las redes.

Su nueva animación, Seder Masochism, promete muchas más manifestaciones de grupos de las tres religiones abrahámicas criticadas, ya que se lanza más fuertemente contra ellas en general. Esto es significativo, debido a que Paley es de ascendencia judía y fue criada en ese ambiente. Actualmente, ella es atea y librepensadora, al igual que su padre y considera al judaísmo (como otras religiones) una forma de adoctrinamiento infantil. La resistencia hacia la obra se ha dejado sentir. En estos días, se estaba presentando en el Miami Jewish Festival y se había programado mostrarla en el Elles Tournent Dames Draaien a finales de este mes, por lo que ella se comprometía a no hacerla disponible en el ciberespacio hasta finales de enero. Sin embargo, ella anunció su publicación antiayer con esta entrada en su cuenta de Facebook.

Como indica el título, la base narrativa es el Séder, una ceremonia de la Pascua judía, que conmemora el Éxodo de israelitas del cautiverio egipcio y su paso por el Mar Rojo, guiados por Moisés. Ese relato lo combina con música y una grabación de una conversación que Paley sostuvo su padre. Paley justifica su uso legal de las canciones bajo el concepto de “uso legítimo” (fair use) con el propósito de parodiar. Ella está abierta a la posibilidad de que este filme podría sea formalmente ilegal.

En 2012, difundió el primer segmento de la película, que circuló en las redes sociales y se llama “This Land Is Mine”, basada en la canción de Pat Boone para la película Exodus. Allí se representa la invasión de la región geográfica de Palestina por diversos pueblos y potencias a través de la historia en el siguiente orden: los humanos primitivos, los cananeos, los egipcios, los asirios, los israelitas, los babilonios, Alejandro Magno, los macedonios, los ptolomeos, los seléucidas, los israelitas (golpe de los Macabeos o “Martillos”), los romanos, los bizantinos, los árabes (califato), los cruzados cristianos, los mamelucos egipcios, los turcos otomanos, los árabes (una generalización grotesca del siglo XIX), los británicos, los palestinos, los sionistas judíos, los palestinos del PLO/Hamas/Hezbola, los militares israelíes, terroristas guerrilleros y el Ángel de la Muerte. Se le quedaron los persas (539-332 AEC).

Vídeo: Segmento de Seder-Masochism, “This Land Is Mine”, cortesía de Nina Paley

Más tarde, publicó otros vídeos. En uno de ellos, al son de las Pointer Sisters, varias imágenes de diosas se le aparecieron a Moisés invitándole a adorarle como alternativa al dios abrahámico. Las imágenes que aparecen son las siguientes: Isis, la Mujer sentada de Çatalhöyük, la Venus de Willendorf, la Venus de Hohle Fels, una diosa (¿o sacerdotisa?) minóica, Ishtar, entre otras.

Vídeo: Segmento de Seder-Masochism, “You Gotta Believe”, cortesía de Nina Paley.

Los dos vídeos resumen lo que esencialmente es Seder Masochism. Aunque, al principio, los pequeños segmentos publicados no estaban entrelazados en términos narrativos, Paley las vinculó entre sí para formar un solo relato. La historia como tal se inspira, además del Éxodo, en los libros The Creation of Patriarchy de Gerda Lerner y The Language of the Goddess de Marija Gimbutas. En ambos libros, se establece una posición antropológica que permeó en la academia por años de que, antes de la era agrícola, lo que regía eran unas sociedades primitivas matriarcales en la que prevalecían las figuras de las diosas madre y su actitud era más cercana a la naturaleza; más adelante, con la era agrícola y la escritura, se ahogó la adoración a las diosas y se estableció un sistema patriarcal que degradaba a las mujeres. Históricamente, este alegato ya ha sido refutado por la antropología más reciente y, por otro lado, también se ha cuestionado la versión bíblica del Éxodo. En cuanto a lo primero, sí existieron (y existen todavía) sociedades matrifocales y matrilineales, pero no hay evidencia clara de sociedades matriarcales (véase el origen de esa noción en esta referencia). En cuanto al último punto, aunque es muy posible que haya ocurrido algún acontecimiento mucho más modesto, la mayoría de los historiadores lo consideran legendario.

Dejando al lado el aspecto histórico, aun con lo indicado, ¿qué tal el contenido artístico de la película? Veamos.

Diosa (¿sacerdotisa?) minoica bailando, cortesía de Nina Paley.
Diosa (¿sacerdotisa?) minoica bailando. Imagen cortesía de Nina Paley.

La película animada

Imagen representante de los elementos que heredó Nina Paley de su padre. Gráfica cortesía de Paley.
Imagen representante de los elementos que heredó Nina Paley de su padre. Gráfica cortesía de Paley.

Es muy difícil tratar de manera breve esta obra artística, porque hay mucho que Paley quiere decir en ella con pocas escenas seleccionadas del Pentateuco. Sí, algunos de nosotros que nos sumergimos hasta lo hondo de la historia israelita, reconocemos los errores históricos, por ejemplo, de que el becerro de oro estaba dedicado a alguna deidad femenina. Nos damos la cabeza contra la pared de la misma manera que un astrofísico se hala los pelos cuando ve Star Wars y escucha los ruidos en el espacio. Sin embargo, ese no es el punto que desea expresar Paley en su arte. He aquí los puntos más importantes (al menos como lo he entendido):

  • Hay una bivalencia entre el ámbito religioso femenino matriarcal, armónico, cíclico, holístico natural, con la dinámica patriarcal, explotadora de la naturaleza y que originó al dios abrahámico.
  • Hay belleza y sabiduría en la herencia judía, que se pueden apreciar en ceremonias como el Séder de la Pascua, su música religiosa y los rezos e invocaciones en hebreo.
  • Las religiones abrahámicas se basan en historias que, aunque tienen elementos espirituales e inspiradores, son absurdas y presuntuosas en cuanto a sus fundamentos míticos y culturales.
  • Estas creencias, especialmente en cuanto a su reclamo territorial, aun cuando afirman su pacifismo, han sido extremadamente destructivas para la región israelí/palestina y la humanidad.
  • Las religiones abrahámicas, combinándose con el capitalismo destructivo, han apagado el sentido holístico que nos une a la naturaleza como nuestra Gran Madre y al cosmos.

La estructura narrativa, comienza con un hermosísimo arte representativo del estado primigenio natural, que evoca a la Tierra como la Gran Madre (tema que también aparece fugazmente en el comienzo de Sita Sings the Blues), combinado con una canción búlgara folclórica. La narración termina con la canción “The Land Is Mine” de Pat Boone con el famoso vídeo de la historia de Israel y un final celebratorio de la naturaleza y la Gran Madre.

Durante toda esta interpretación del Éxodo, Paley la impregna con imágenes y acontecimientos marcadamente satíricos y humor negro: Moisés habla con Dios en un monte fálico, el rostro de Dios basado en la pirámide (con el ojo providencial) del billete del dólar estadounidense, las diosa comiéndose a los templos de las religiones abrahámicas, los israelitas circuncidando y matando a hombres, mujeres y animales en medio de una música bailable y alegre, imágenes de la Virgen María viendo un trasero, entre otros. Además, podemos apreciar ciertas vinculaciones de acontecimientos bíblicos con sucesos relativamente recientes, tales como la destrucción del becerro de oro combinada con vídeos del daño a la imagen de un Buda por el grupo ISIS, de monumentos y arte antiguo en Iraq; o la canción de 10cc “The Things We Do for Love” (por amor a Dios) junto a escenas de la agresión a las Torres Gemelas, ceremonias del Ku Klux Klan, etc. Paley es irreverente sin escrúpulos.

En la narración, toda la trama del Éxodo simboliza la culminación del despegue de los seres humanos de la naturaleza, de la dignidad de la tierra, para convertirse en una lucha fraticida por terrenos y riquezas. La agricultura comenzó ese proceso de explotación bajo creencias que evolucionaron en una noción de deidad patriarcal, que es, para todos los efectos, destructiva. Sin embargo, esto no se limita solo al territorio que hoy es Israel, sino a cualquier tipo de intento de legitimación de ocupación y conquista invocando su visto bueno divino. Tal manera de pensar es absurda y tonta.

A pesar de todo esto, ella intercala las escenas con con una explicación de los elementos y las etapas del Séder, conectándolas con los eventos del Éxodo. Para ello, utiliza una pintura de la Última Cena que, según los algunos evangelios, era un Séder de Pascua. Paley también presenta audio de ciertos momentos de conversación con su padre en torno a su herencia judía. Es interesante que ella utiliza la figura de Dios para representar a su padre y un cabrito de sacrificio para representarse a ella. Eso contrasta con toda la narración que, después de todo el historial de conquista de “Tierra Santa”, al final, ella encuentra su paz en la figura maternal de la naturaleza y el universo.

Por esto último, la estructura de la narración es cíclica: regresa de donde partió, cerrando así el círculo de la película mediante una canción de un espiritual afroamericano y una oración judía en conmemoración su padre.

Si sienten que les he contado la película, la sorpresa para ustedes es que no. No lo he dicho todo. A pesar de toda la carga simbólica, Paley hace que el filme sea todo un deleite para la vista y el oído del público. Toda la presentación es visualmente hermosa con música de muy buen gusto, lo que merece ser visto.

Sin dudas, los ateos y humanistas la disfrutarán. Por otro lado, los creyentes podrán utilizar esta ocasión para reflexionar en cuanto a la coincidencia y disparidad de cada credo entre lo que afirma y lo que hace. Independientemente de las creencias personales, Paley hizo una contribución al mundo que, al hacerlo dominio público, queda libre de las murallas de los derechos de autor.

Pueden ver y descargar la película en Archive.org. Al vídeo, le acompaña un libro que también está bajo el dominio público. Disfruten ambos.

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