En la Semana Santa del Año pasado presentamos un perfil de quién era Jesús según las investigaciones más recientes de diversos sectores de la erudición bíblica, la historiografía de la Antigüedad y la arqueología de las regiones correspondientes a lo que hace dos mil años eran Galilea, Samaría y Judea. Para aquellos que quieran repasar la exposición, aquí se encuentran los enlaces:
Sin embargo, todavía nos queda mucha discusión. Ahora que vuelve pronto a la conmemoración de la pasión y muerte de Jesús de Nazaret, debemos preguntarnos cómo hemos llegado a una imagen de la Cruz como redención de los pecados.
Esta creencia que es distintiva dle cristianismo es sumamente curiosa. En primer lugar, como veremos en la serie, no existe nada semejante en el judaísmo palestino. Fuera del cristianismo judeohelenístico, solamente tenemos una sola ocasión de un sacrificio vicario de este tipo en escrituras judías, pero es en un escrito proveniente del ámbito judeohelenístico y es también del siglo I. Además, como veremos, no todo el cristianismo primitivo abrazó esta convicción. Por ejemplo, los evangelios de Marcos, Mateo y Juan la suscriben, no así el Evangelio de Lucas ni Hechos de los Apóstoles.
Los cristianos actuales en general, creyentes en la divinidad de Jesús, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, ven en este sacrificio vicario un acto de amor y entrega por parte de Dios. Las palabras del Evangelio de Juan son fundamento de esta perspectiva:
… tanto amó Dios al mundo,
que entregó a su Hijo unigénito,
para que todo el que crea en él
no perezca, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16)Nadie tiene mayor amor
que el que da la vida por sus amigos (Juan 15:13).
Por el otro lado está la visión que sostienen en general ateos militantes como Sam Harris, que cuestiona de fondo la “sabiduría” y la moralidad de un Dios todopoderoso que no tiene mejor idea para redimir a la humanidad del pecado que entregar a su Hijo para ser asesinado por fanáticos religiosos e intereses políticos.
No obstante estos puntos, debemos indicar que los primeros cristianos no tuvieron algo así como un credo niceno-constantinopolitano. En el contexto del judaísmo palestino de la época, la vicaridad del Mesías es una noción extraña. Sin embargo, el tipo del héroe vicario que entrega su vida por otros aparece en la matriz cultural grecorromana. Pablo de Tarso la tiene como el corazón de su enseñanza de la salvación de los gentiles por la fe sin necesidad de practicar algunos requerimientos de la Torah judía. ¿Qué fue lo que pasó?
La exposición no se posicionará en torno al tema en términos de cosmovisión (aunque la mía es más cercana de Harris que a la cristiana). ¿Cómo fue que los cristianos llegaron a creer en algo que hoy inspira a millones de personas alrededor del mundo, hasta el punto de sostener el instrumento de sacrificio de su héroe como su signo distintivo? ¿Qué ideal fue el que llevó a millones de personas a apreciar una película tan grotesca como The Passion of the Christ?
Exploraremos estas y otras preguntas en la serie que se empezará a publicar pronto.