
José Miguel Mulet, 2016. Foto cortesía de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV Radiotelevisión-YouTube) CC-BY 4.0+.
En su blog Tomates con genes, el biotecnólogo J. M. Salort nos da una buena noticia, especialmente cuando cae como anillo al dedo a la época navideña y de año nuevo. Las autoridades alimentarias de Nueva Zelanda y Australia (Food Standards Australia-New Zealand) han aprobado el arroz dorado para el consumo humano. He aquí el informe.
Para los que no sean conocedores del tema, el arroz dorado es una planta transgénica que produce beta-caroteno, que es un antecesor de la vitamina A. Debido al grado de pobreza que se sufre en Asia, muchos asiáticos no pueden comprar las verduras y alimentos necesarios para obtener vitamina A. Al contrario, llenan su hambre con el arroz, un alimento básico muy barato, pero que no contiene los nutrientes que necesitan para sobrevivir. El arroz dorado (llamado así por el color que adoptan por la presencia de beta-caroteno) que se hace disponible gratuitamente a agricultores que ganen US$10,000 o menos, salvaría a millones de personas que mueren diariamente por falta de vitamina A.
Este transgénico ha sido el grano de la discordia debido a que organizaciones que se hacen llamar “verdes” y que supuestamente están a favor del medio ambiente como Greenpeace, se han opuesto al arroz dorado por su fanatismo antitransgénico y han promovido la destrucción de siembras experimentales de arroz dorado para impedir que llegen al público. La organización fue desmoralizada por 110 premios nóbeles que le solicitaron a Greenpeace cesar sus ataques al arroz dorado, como reseñamos en otra entrada de este blog.

Arroz dorado (Foto cortesía del International Rice Research Institute)
Este es un momento histórico en que se puede demostrar que la biotecnología salva vidas. Este no es el único caso. Por ejemplo, la insulina humana provista a muchas personas con diabetes existe por bacterias transgénicas y salvan vida todos los días actualmente.
Espero que esta entrada les anime en medio de tantas dificultades en Puerto Rico, pero debemos regocijarnos cuando muchos científicos se convierten en héroes (algunos anónimos y otros no tanto) que rescatan a su prójimo de las garras de la enfermedad y la muerte. ¿Qué más puede ser tan lindo en una época como la de Navidad y Año Nuevo? Vean otros proyectos similares al del arroz dorado en esta entrada.
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