El(Los) relato(s) del diluvio universal – 2

Los animales entrando al arca.

Cuadro de Leandro Bassano. Los animales entrando al arca.

Vamos ahora a ver cuál es el relato del diluvio universal como lo presenta la tradición yahvista (J) (utilizo la traducción de la Biblia de Jerusalén del 2009). Tengamos en cuenta que el texto J fue editado por un autor afín a la tradición sacerdotal (P), por lo que aparecen algunos vacíos de información en el relato.
.

El relato de J

Cuando la humanidad comenzó a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, vieron a los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran atractivas, y tomaron por mujeres a las que prefirieron de entre todas ellas. Entonces dijo Yahveh: “No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne, que sus días sean ciento veinte años.” Los nefilim aparecieron en la tierra por aquel entonces (y también después), cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y estas les dieron hijos: estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos.

Viendo Yahveh que la maldad del hombre cundía en la tierra y que todos los proyectos de su mente eran puro mal de continuo, le pesó a Yahveh de haber creado al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. Así pues, dijo Yahveh: “Voy a exterminar de sobre la faz del suelo al hombre que he creado —desde el hombre hasta los ganados, los reptiles, y hasta las aves del cielo—, porque me pesa haberlos hecho.” Pero Noé halló gracia ante los ojos de Yahveh.

[Se omite la narración de las órdenes de Yahveh para la creación del arca y el proceso de fabricación del arca.]

Yahveh dijo a Noé: “Entra en el arca con toda tu familia, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación. De todos los animales puros tomarás para ti siete parejas, macho y hembra, y de todos los animales que no son puros, una pareja, macho y hembra. Asimismo de las aves del cielo, siete parejas, machos y hembras para que sobreviva su casta sobre la faz de toda la tierra. Porque dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre la faz del suelo todos los seres que hice.” Noé ejecutó todo lo que le había mandado Yahveh.

Noé entró al arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hjos, para salvarse de las aguas del diluvio. A la semana, las aguas del diluvio se precipitaron sobre la tierra y estuvo descargando la lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. Yahveh cerró la puerta detrás de Noé.  El diluvio descargó sobre la tierra durante cuarenta días. Crecieron las aguas y levantaron el arca, que se alzó de encima de la tierra. Las aguas arreciaron y crecieron mucho sobre la tierra, mientras el arca flotaba sobre la superficie de las aguas. Las aguas arreciaron muchísimo sobre la tierra, hasta el punto que los montes más altos que hay debajo del cielo quedaron cubiertos. El nivel de las aguas sobrepasó quince codos, quedando cubieros los montes. Todo cuanto respira hálito vital, todo cuanto existe en tierra firme murió. Yahveh exterminó todo ser que había sobre la faz del suelo, desde el hombre hasta los ganados, incluidos los reptiles y las aves del cielo: todos fueron exterminados de la tierra. Solo quedaron Noé y los que con él estaban en el arca.

Y cesó la lluvia del cielo. Poco a poco retrocedieron las aguas de sobre la tierra. Al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca y soltó a la paloma, para ver si habían menguado las aguas de la superficie terrestre. La paloma, no hallando donde posar el pie, tornó donde él, al arca, porque aún había agua sobre la superficie de la tierra. Así que alargó su mano, la tomó y la metió consigo en el arca. Esperó otros siete días y volvió a soltar la paloma fuera del arca. la paloma regresó al atardecer trayendo en el pico un ramo verde de olivo, por donde conoció Noé que había menguado las aguas de encima de la tierra. Aún esperó otros siete días y volvió a soltar la paloma, que ya no regresó donde él. Se secaron las aguas de encima de la tierra.

[Omisión del relato del desembarco de Noé, su familia y los animales]

Noé construyó un altar a Yahveh, tomó de todos los animales puros y de todas las aves puras y ofreció holocaustos en el altar. Al aspirar Yahveh el calmante aroma, dijo para sí: “Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, porque las trazas del corazón humano son malas desde su niñez, ni volveré a destruir a los seres vivientes, como he hecho.

“Mientras dure la tierra,
sementera y siega,
frío y calor,
verano e invierno,
día y noche
no cesarán.”

(Gén. 6:1-8; 7:1-5,7,10,12,16b-20,22-23; 8:2b-3a,6,8-12,13b,20-22)
.

Discusión

Este es el texto más temprano que tenemos en torno al diluvio y vemos muchas ideas muy afines a las diversas mitologías del Mediterráneo. Por ejemplo, los “hijos de Dios” o las divinidades supramundanas se involucraron sexualmente con mujeres terrestres, generando los “nefilim” (probablemente traducidos como “gigantes”) famosos héroes de la antigüedad. Para aquellos instruidos en literatura griega y romana antigua, esto les recordará a la manera en que Zeus y otros dioses sostenían actos sexuales con mujeres humanas y ellas daban a luz a héroes: Hércules es un ejemplo de ello.

Este es el relato más corto y cambia un poco el giro que se solía tener en torno a historias similares en el Medio Oriente. En el poema mesopotámico, La épica de Gilgamesh (2100 a.C.), los dioses no destruyen a la humanidad por razones relacionadas con el comportamiento moral de los seres humanos. Al contrario, de lo que se quejaban los dioses era de que estas “nuevas criaturas” prácticamente hacían demasiado ruido. Lo que sí es una característica muy distintiva del autor J y que parece haber sido novel en el Antiguo Medio Oriente es la idea de que Yahveh destruyó a la humanidad debido a la maldad humana, mientras que salvó a los justos de dicha aniquilación. Algo semejante ocurre en el relato J de Sodoma y Gomorra: se destruye a Sodoma mientras que los ángeles de Yahveh salvan a Lot y su familia.

Lo que resulta curioso del relato es que, de acuerdo con J, Dios aniquiló a todos los seres vivos de la tierra, excepto los del arca. Sin embargo, como hemos visto, el número de animales que sobrevivió fue bastante limitado. ¿Qué hizo Noé después de desembarcar del arca? Sacrificar a animales de todos los puros que trajo consigo en el arca. ¿Cómo sobrevivieron entonces? ¿Cómo se da cuenta de la supervivencia de los demás animales a partir de unos poquitos?

No obstante estas preguntas, el relato permite asomarnos a la mentalidad de los israelitas antiguos en particular en relación con la mitología que se desarrollaba a su alrededor.

¿Cómo compara esto con el relato P? Veremos en nuestro próximo artículo.

 

Advertisement

2 thoughts on “El(Los) relato(s) del diluvio universal – 2

  1. Pingback: El(Los) relato(s) del diluvio universal – 3 | Razón y política pública en Puerto Rico

  2. Pingback: El alegato absurdo de que la Biblia “plagió” obras antiguas: el colmo del fetiche de la “originalidad” | Razón y política pública

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.