
Representación de la cápside del virus del zika coloreada por cadenas. Imagen cortesía de Manuel Almagro Rivas. CC-BY-SA 4.0.
Uno de los estudios que han sido opacados estos días por la acalorada discusión en cuanto a la fumigación con naled es un artículo accesible al público en general en torno a una manera en que el virus del zika puede estar ligado causalmente a enfermedades congénitas. Su ficha es la siguiente:
Dejnirattisai, W., Supasa, P., Wongwiwat, W., Rouvinski, A., Barba-Spaeth, G., Duangchinda, T., Sakuntabhai, A., Van-Mai, C.-L., Malasit, P., Rey, F. A., Mongkolsapaya, J. & Screaton, G. R. (2016, June 23). Dengue virus sero-cross-reactivity drives antibody-dependent enhancement of infection with zika virus. Nature Immunology. doi:10.1038/ni.3515. PMID: 27339099.
Este estudio responde a una pregunta planteada en la prensa, en ciertos círculos de la comunidad científica de Puerto Rico y en las redes sociales en torno a si la microcefalia está o no realmente vinculada al virus del zika. Según algunos, es altamente sospechoso que la microcefalia aparezca ahora en Brasil, cuando el virus del zika ha estado circulando por décadas sin ningún reportaje de esta enfermedad congénita. ¿Por qué no se reportó antes la asociación entre la microcefalia y el zika?
Lo que resaltan Dejnirattisai et. al. (2016) es que este fenómeno parece ser resultado de previas infecciones con dengue. Como se sabe hoy día, el virus del zika es un flavivirus fuertemente asociado evolutivamente al del dengue. Se sabe que muchos brasileños han sido víctimas del dengue, especialmente en áreas de alta concentración de mosquitos y en zonas pobres. Durante el periodo de 2009 al 2015 hubo 3.2 millones de víctimas de dengue, de las que hubo 800 muertes.
Dejnirattisai et. al. (2016) subraya la importancia que esta epidemia de dengue ocupa en cuanto a la aparición de la microcefalia. Al poner en relieve el efecto neurológico del virus (el síndrome Guillén Barré), el estudio revela que la incidencia de microcefalia es mayor precisamente donde ha habido una fuerte epidemia de dengue.
Esto es significativo en relación con el sistema inmunológico. Los infectados con dengue han desarrollado anticuerpos contra ese virus, que es bien similar al del zika. Tras una infección con zika los anticuerpos reaccionan como lo harían con el virus del dengue y atraen a los macrófagos presentes en la sangre. Aunque la función de estos es terminar con las amenazas de virus o bacterias, con estos anticuerpos el virus infecta a los macrófagos (debilitando así el sistema inmune) y se reproduce en dichas células. Por lo tanto, aquellos que tengan anticuerpos para el dengue corren mayor riesgo de que exacerben la reproducción del virus. Una vez esto se da, el virus puede llegar a la placenta de la madre donde puede infectar sus macrófagos (algo que ya se ha constatado en otros estudios publicados desde hace unos días atrás) y puede afectar neurológicamente al feto.
Por el momento, parece que la mayoría de los científicos se inclinan a vincular al zika con el fenómeno de la microcefalia dado que el cúmulo de evidencia para ello es sustancial. Esto explicaría por qué ya en otros lugares de América Latina, como El Salvador, ya están apareciendo casos de microcefalia que parecen estar asociados al zika. Estemos pendientes al desarrollo de la discusión científica en los próximos meses.
Nota – Le agradezco a Antonio José y a varias personas en su red que explicaron el significado del estudio claramente.
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