
Foto: Miłość Nie Wyklucza. CC-BY-SA 4.0
La masacre de Orlando
Una de las ventajas de no escribir sobre un asunto dado inmediatamente ocurrido el incidente es que permite observar el “debate” en el ciberespacio y juzgar lo ocurrido con mayor cuidado. Además, a medida que pasa el tiempo, más información valiosa aparece en torno al incidente que enriquece nuestra comprensión del acontecimiento. Cerca de 50 muertos y 53 heridos fueron víctimas de un tirador llamado Omar Mateen, nacido en Estados Unidos y quien se identificó como miembro del Estado Islámico (EI). De hecho, según el periódico Metro, el EI dice que Mateen es uno de los suyos, aunque el artículo procede a aclarar que esto no es seguro, ya que el EI oportunistamente suele atribuirse actos que no son suyos y no han reconocido que Mateen haya actuado por órdenes de la organización.
Sin embargo, aunque se “debate” en la Internet en torno a si fue o no realmente parte del EI, sí podemos saber con cierto grado de seguridad varias cosas. Por ejemplo, su exesposa, Sitora Yustifiy, y uno de sus excompañeros de trabajo le caracterizan como una persona inestable. De hecho, Yustifiy nos revela que, mientras estaban casados, no se mostraba particularmente religioso y abusaba físicamente de ella.
Parece que durante su matrimonio, él era nominalmente musulmán y que su religiosidad se intensificó después del divorcio. El FBI investigaba a Mateen por haber visto una serie de vídeos de Al Qaeda y haber establecido vínculos con sospechosos pertenecientes al EI o a terroristas domésticos. Sin embargo, en un momento dado el FBI abandonó su indagación –no se sabe si lo hizo porque pensaba que realmente no tenía vínculo alguno con EI–. Mateen mismo parece haber jurado lealtad inverosímilmente a toda una serie de organizaciones terroristas islámicas cuyos intereses se contradicen actualmente.
Otro detalle que salió a relucir recientemente es que, aparentemente, Mateen era cliente regular en el pub Pulse, donde ocurrió el ataque. Podemos preguntarnos si lo hizo porque era homosexual o porque quería tener una mejor idea del área donde iba a atacar y el tipo de personas frecuentaban el lugar. El padre de Mateen le dijo a la prensa que su hijo se había enojado al ver a dos hombres besarse. Según el FBI, Mateen llamó al 911 para informar que el atentado que iba a cometer era a nombre del EI.
No faltará algún charlatán como Alex Jones o Mike Adams de Natural News que convierta todo esto como parte de una ultra-súper-mega conspiración de las industrias agrícolas, farmacéuticas, médica, psiquiátricas, etc., etc., etc., etc., o como un fenómeno resultado de la cobardía de políticos estadounidenses que no acaban de “meterle mano” (militarmente hablando) al EI. Sin embargo, ante el lamentable incidente, debemos mantener un nivel de altura en la discusión. Una muy buena parte de las víctimas del incidente fueron hermanos puertorriqueños.
.
El asunto religioso y la represión de la comunidad homosexual
De una manera u otra, a los homosexuales se les ha reprimido por los sectores religiosos desde la Antigüedad, muy especialmente por las religiones abrahámicas con uno que otro bajo grado de tolerancia. Este dato no es debatible, aun con los intentos de ciertos autores de pintar el pasado antiguo o medieval de estas religiones como “más tolerantes” al comportamiento homosexual en aquellas épocas que en la actualidad.
La tolerancia cristiana contemporánea hacia las actividades homosexuales y lésbicas, transgénero y transexual, se debe a la secularización en las sociedades industrializadas y más económicamente estables. Eso ha posibilitado diálogos y debates teológicos que han llevado a la “modernización” de algunos sectores de las denominaciones cristianas en general. De allí germinan las expresiones más hermosas desde el ámbito religioso en solidaridad por la comunidad LGBTI. El conocido teólogo puertorriqueño Luis Rivera Pagán y otros religiosos también se manifestaron el domingo 12 de junio frente al Capitolio para apoyar a los familiares y amigos de los muertos y heridos por este penoso acontecimiento. Esto se puede ver también en el islam. La organización Muslims for Progressive Values acaba de lanzar una nota de prensa donde expresa solidaridad por las víctimas en Orlando y condena el terrorismo y el odio hacia los homosexuales.
Por otro lado, todavía continúa la labor de entender el fenómeno del extremismo islámico, así como los de otras religiones. Mientras la inmensa mayoría de los cristianos estadounidenses lamentaban el incidente, hubo unos cuantos que lo celebraron (véanse este caso y este). Varias personas quieren reducirlo todo al plano doctrinal y otros quieren verlo desde un punto de vista complejo social y cultural. La realidad es que hay una combinación de las dos cosas. Dependiendo del contexto social particular, hay ciertas tendencias a escoger aquellos textos que inspiren la paz o la violencia. Estas escrituras consideradas sagradas y las ideologías religiosas proveen la infraestructura ideológica para ambos casos.
Por lo pronto, la evidencia que tenemos hasta ahora parece indicar que el sujeto que cometió estos actos lo hizo por cuenta propia en gran medida por su inestabilidad mental. Su intensificación de la devoción religiosa y su lealtad al EI fueron su excusa para llevar a cabo un acto de terrorismo.
.
Mientras tanto, en Puerto Rico …
A medida que se acercan las elecciones, ciertos políticos comienzan a flirtear con los movimientos religiosos fundamentalistas de Puerto Rico. De los dos partidos grandes, el Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democrático, hay individuos a favor y en contra de ciertos derechos a la comunidad LGBTI. Por ejemplo, la posición de Rossana López de León y Brenda López ha sido sorprendentemente ambivalente, especialmente cuando son miembros de la Comisión de Derechos Civiles. Aun con esto, figuras claves del PPD han apoyado en todo momento a la comunidad LGBTI. El caso más notable es el de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz. En la asamblea legislativa encontramos a Mari Tere González, Ramón Luis Nieves, Piti Gándara, Manuel Natal, Charlie Hernández, Luis Vega Ramos, José Báez y Carlos Vargas. Aunque el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, ha dejado conocer su posición personal conservadora en torno a las actividades LGBTI, este ha hecho más que ningún otro gobernador para hacer valer sus derechos sea por legislación o por órdenes ejecutivas.
La senadora María de Lourdes Santiago, los candidatos del Partido Independentista Puertorriqueño y del Partido del Pueblo Trabajador están firmemente comprometidos con la comunidad LGBTI.
Sin embargo, no se puede decir lo mismo del PNP. Aunque sí hay candidatos a favor de los derechos de la comunidad LGBTI, el candidato a la gobernación Ricardo Rosselló Nevares y ciertas figuras eminentes de ese partido han expresado su interés por estrechar lazos con el sector fundamentalista y conservador cristiano de Puerto Rico. Rosselló Nevárez, quien se definió a sí mismo como “católico cristiano” –siguiendo la modalidad de su padre “católico protestante”–, propuso eliminar la educación con perspectiva de género en las escuelas públicas. El año pasado, el Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad (CABE) asignó notas a los legisladores y, salvo la excepción de Jennifer González, prácticamente todos los del PNP tuvieron “F”. Algunos de ellos, de los que sobresale María Milagros Charbonier, tienen la voz cantante en la fútil empresa de evitar la aplicación del Tribunal Supremo federal en torno al matrimonio homosexual.
Por ahora, la tendencia política en Puerto Rico augura un momento oscuro para la comunidad LGBTI durante el próximo cuatrienio, ya que es probable que el futuro gobierno sea más afín a los intereses regresivos de los sectores fundamentalista y conservador de las iglesias cristianas en general, incluyendo a la Iglesia Católica.
La masacre ocurrida en Orlando debe ser un momento de reflexión en torno a la importancia de la completa separación de Iglesia y estado, la revisión de las políticas que vinculan indebidamente los intereses del estado con los de las iglesias, especialmente su injustificada exención contributiva, y debemos hacer valer los derechos y libertades de cada puertorriqueño como política pública, no importa quién esté en el poder. También es una invitación a cada uno de nosotros para aportar a una sociedad inclusiva que acepte la identidad de género de cada persona.
.
PD: Recomendación…
Recomiendo la lectura del teólogo Rivera Pagán publicado en 80 grados, “Fundamentalismo religioso y homofobia“.